Este hermoso colgante está hecho a mano en oro amarillo de 9 quilates. Las manos en oración sostienen un Citrino de corte princesa, con un diamante de corte princesa encima que sostiene el resplandor de la Estrella Divina.
Los esenios practicaban la oración como un cambio de forma. La orden de Melquisedec les enseñó (en los reinos sutiles) que la oración era la fuerza más poderosa para el cambio. En grandes grupos, esto se convirtió en una poderosa herramienta, aprovechando el verdadero poder de la Oración.
La distancia era insignificante: la curación a distancia era posible, cambiando la forma de los desastres naturales y las guerras, etc.
El Poder de la Oración requiere un foco de Atención y cobrar vida como Energía. Aprender a cambiar de forma, permitiendo la verdadera Comunión Divina (o sintiendo la Presencia Divina - en los Esenios esto es la Shekinah). Hay un conocimiento de la totalidad, de la alegría, del amor y rendición. La clave es entrar en comunión con lo Divino, fusionarse y volverse uno con Dios, la presencia Divina en la Tierra.
El perdón es clave: el salto de fé. Sin perdón estamos encerrados en el pasado. El perdón echa a un lado la división y afirma la Unidad.
Sé lleno del Espíritu: deja a un lado la mente y sé lavado con el Espíritu, y todo el universo se abre.
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